Un día gris, va a llover, ando rápido.
Recuerdo aquella cafetería con su puerta antigua de madera, la luz de la farola de la esquina reflejada en los cristales empañados.
En un rincón del local una mesa de mármol blanco y una vela, alguien se dejó un libro.
Música de fondo, Diana Krall y su piano, seguro.
Y allí estaba: una taza de chocolate caliente exquisito.
Sí, sí, todavía lo recuerdo, era en Torino, naturalmente.
LA HABITACIÓN ROJA / CREAR
Hace 1 mes
3 bancos de niebla:
tú estás escribiendo tu propio libro y, el que suscribe, está encantado de que le hayas dejado aparecer en él...
Si te apetece puedes unirte y escribirlo juntos
de que ciudad eres pues?
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