Licencia de Creative Commons
Más allá de la niebla by Ella is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Based on a work at lanieblayyo.blogspot.com.

Remolinos de niebla a mi alrededor

viernes, 7 de enero de 2011

Veinte

-No te veo llorando -dijo la Maga-. Para vos sería como un desperdicio.
      -Alguna vez he llorado.
     -De rabia, solamente. Vos no sabés llorar, Horacio, es una de las cosas que no sabés.
Oliveira atrajo a la Maga y la sentó en las rodillas. Pensó que el olor de la Maga, de la nuca de la Maga, lo entristecía. Ese mismo olor que antes... "Buscar a través de", pensó confusamente.
"Sí, es una de las cosas que no sé hacer, eso y llorar y compadecerme."
      -Nunca nos quisimos -le dijo besándola en el pelo.
      -No hablés por mí -dijo la Maga cerrando los ojos-. Vos no podés saber si yo te quiero o no. Ni siquiera eso podés saber.
      -¿Tan ciego me crees?
      -Al contrario, te haría tanto bien quedarte un poco ciego.
      -Ah, sí, el tacto que reemplaza las definiciones, el instinto que va más allá de la inteligencia. la vía mágica, la noche oscura del alma.
      -Te haría bien -se obstinó la Maga como cada vez que no entendía y quería disimularlo.
      -Mirá, con lo que tengo me basta para saber que cada uno puede irse por su lado. Yo creo que necesito estar solo, Lucía; realmente no sé que voy a hacer. A vos y a Rocamadour, que me parece que se está despertando, les hago la injusticia de tratarlos mal y no quiero que siga.
      -Por mí y por Rocamadour no te tenés que preocupar.
      -No me preocupo pero andamos los tres enredándonos en los tobillos del otro, es incómodo y antiestético. Yo no seré lo bastante ciego, querida, pero el nervio óptico me alcanza para ver que vos te vas a arreglar perfectamente sin mí. Ninguna amiga mía se ha suicidado hasta ahora, aunque mi orgullo sangre al decirlo.
      -Si, Horacio.
      -De manera que si consigo reunir suficiente heroísmo para plantarte esta misma noche o mañana, aquí no ha pasado nada.
      -Nada -dijo la Maga.
      -Vos le llevarás de nuevo tu chico a madame Irène, y volverás a París a seguir tu vida. 
      -Eso.
      -Irás mucho al cine, seguirás leyendo novelas, te pasearás con riesgo de tu vida en los peores barrios y a las peores horas.
      -Todo eso.
      -Encontrarás muchísimas cosas extrañas en la calle, las traerás, fabricarás objetos. Wong te enseñará juegos malabares y Ossip te seguirá a dos metros de distancia, con las manos juntas y una actitud de humilde reverencia.
      -Por favor, Horacio -dijo la Maga, abrazándose a él y escondiendo la cara.
      -Por supuesto que nos encontraremos mágicamente en los sitios más extraños, como aquella noche en la Bastille, te acordás.
      -En la rue Daval.
      -Yo estaba bastante borracho y vos apareciste en la esquina y nos quedamos mirándonos como idiotas.





2 bancos de niebla:

...nacho! =X! dijo...

...interesante y bonito

un beso! :)

sheldon dijo...

el libro engantxa poco a poco, eh?